dimecres, 12 d’octubre del 2011

This is Padova!!


Y al catorceavo día decidí escribir…
Para quien no lo sepa, estoy en Padova (Padua), muy conocida por los peregrinos porque en ella se encuentra la tumba de San Antonio. Para quien no sea un ferviente devoto, seguramente este dato os habrá dejado indiferentes. Así que os explico algún dato más; es una ciudad de unos 220 mil habitantes, a 40 kilómetros de Venezia, y tiene la segunda universidad más antigua de Italia, y una de las más antiguas del mundo. Otro dato importante a saber es que de esos 220 mil habitantes, un tercio somos estudiantes (unos 70.000 aprox), así que aquí uno nunca se aburre, por mucho tiempo libre que tenga (como es mi caso).

Para moverse por esta ciudad es imprescindible la bici. Uno puede adquirirla en el Parco dell’Arena por un módico precio, a unos personajes magrebíes de aspecto más que dudoso. Aunque aviso, tan fácil es conseguir una como que te la roben, así que más vale no dejarla en según qué lugares durante la noche, por muy gruesa que sea tu cadena. Es como un feed-back + (compras una bici - te la roban - vuelves a comprar una bici), y yo ya he contribuido a la causa y me he hecho con la mía, una preciosa bici de paseo oxidada :), le quiero poner nombre a mi bici, así que se aceptan sugerencias.
En el momento en que uno tiene bici, comienza a ver la ciudad de una manera distinta, ya no hay distancias, lo que antes era una pateada de media hora se convierte fácilmente en 5-10 minutos. Eso sí, al llegar a casa por la noche las piernas lo notan, y es que fácilmente uno puede hacer entre 10-15 km diarios, por lo que las cantidades industriales de pasta ingerida a lo largo de la semana nunca se traducen en tejido adiposo.
Y lo mejor de todo son los paseos en bici en estado de embriaguez, solo hay que imaginarse a 20 tíos en bici, borrachos, a toda ostia, ocupando todo el ancho de la carretera, para volver a casa después de salir de la discoteca… el último invita a birra, así que más vale correr riesgos y no acabar último.
Casi me atropellan dos veces, y estoy temiendo de que a la tercera será la vencida. En Italia los pasos de zebra están para decorar, y si un coche ve que haces la intención de atravesarlo, todavía acelera más, así que pensar en “ya parará” en España puede funcionar, pero si aprecias tu vida, más te vale no intentarlo aquí.

Cambiando de tema; vivo en una residencia que no está nada mal, la única pega es que estoy en una habitación doble. La primera semana estuve solo en la habitación, y me había hecho ilusiones de que al final no llegaría nadie y la tendría sola para mí. Pero al séptimo día llegó, y en el peor momento, sufriendo en mis carnes una resaca terrible. Se abrió la puerta y asomó una cabecita de ojos rasgados (ni hao). Un chino de Londres, aunque originario de Hong Kong. La parte positiva es que practicaré inglés cada día, la negativa es que RONCA, le huele los pies, y es el tío más desordenado y desorganizado de la historia, así que no sé si compensa, pero tranquilos, por la cuenta que me trae, ya lo haré espabilar xD. Por poner un ejemplo, el otro día se puso a hacer pasta (la primera vez que hacía en su vida), y puso e hervir el agua en una sartén! Como me reí cuando lo vi, al final le tuve que hacer yo los macarrones, a cambio de que él haga comida china algún día.
Eso sí, esta noche es él el que tiene motivos para quejarse de mí. Resulta que he tenido una pesadilla en la que soñaba que estaba durmiendo y tenía todo el cuerpo cubierto por arañas, total… me ha entrado un ataque de pánico mientras dormía y he comenzado a chillar y a revolverme en la cama como si me estuviesen matando (parecía tan real…). El chino, muy asustado, me ha preguntado que qué me pasaba, y yo, como si fuese lo más normal del mundo le he dicho “spiders”, y he seguido durmiendo como si la cosa no fuese conmigo. Esta mañana al despertarme, me lo ha recordado, y se ha reído de mí un rato. Viva las habitaciones compartidas!!
El otro día me lo llevé de fiesta y pude conocerlo mejor, y a pesar de los defectos que ya os he comentado, es un chaval muy majo, al menos no me ha tocado el típico chino rarito.

Pues hasta aquí ha llegado mi primer informe. Me dejo miles de anécdotas, pero ya las iré contando según me vayan viniendo a la cabeza. Un abrazo a tod@s, espero que lo estéis pasando tan bien como yo.

Rafa

P.D.: el chino se llama Karslon Lee, aquí os dejo una foto con él del día que me lo llevé de fiesta.

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